Hace muchos años, cuando estuve en el Seminario Arquidiocesano de Monterrey, los padres nos dieron un separador de lectura, y al reverso venía esta oración, la comparto con ustedes hoy.
PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO:
para que tu Nombre sea santificado.
Señor, danos sacerdotes.
Para que tu Reino venga a nosotros.
Señor, danos sacerdotes.
Para que nos enseñen a hacer tu voluntad.
Señor, danos sacerdotes.
Para que nos comuniquen el pan de la Palabra
y de la Eucaristía.
Señor, danos sacerdotes.
Para que en tu Nombre perdonen nuestras
ofensas.
Señor, danos sacerdotes.
Para que nos enseñen a perdonar a los demás
como tu nos perdonas.
Señor, danos sacerdotes.
Para que nos auxilien en la lucha contra las
tentaciones.
Señor, danos sacerdotes.
Para que en el momento de nuestra muerte
nos ayuden a vernos libres del mal.
Señor, danos sacerdotes.
Amén.
sábado, 9 de mayo de 2009
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